Don Emilio Franco Prieto, párroco de San Ramón Nonato (1923-36)


La iglesia de San Ramón Nonato, en el Puente de Vallecas, se construye entre 1903 y 1907 por iniciativa del matrimonio Isidro Villota y Ramona de la Presilla, cuyo hijo Ramón había fallecido en 1895 a la edad de 23 años y deseaban que sus restos descansaran en la cripta de una iglesia, donde serían también sepultados los fallecidos de la familia.
Tres años después de su construcción, San Ramón se erige en parroquia en 1910. El primer párroco, don Olegario de la Puente, toma posesión el 13 de marzo del año siguiente y hasta entonces ejerce sus funciones un cura ecónomo. Don Olegario permanece como párroco hasta octubre de 1922: el día 15 de ese mes escribe “Yo, D. Olegario de la Puente, cura propio de la misma […]” y el 23 de octubre, D. Modesto Ortega, coadjutor desde hacía tiempo, ya ejerce como “cura encargado” de la parroquia y continúa como tal hasta la llegada, en marzo de 1923, del nuevo párroco: Don Emilio Franco Prieto.
D. Emilio Franco tomó posesión el 24 de marzo de 1923 cuando contaba 53 años. Trabajó denodadamente por ayudar a los necesitados y por la formación cristiana y cultural de niños y adultos del barrio. Falleció mártir en noviembre de 1936. Tenía una fuerte personalidad y gran capacidad de iniciativa; con un alto sentido del deber, permaneció enhiesto ante las adversidades. Decidido, constante y magnánimo, era muy trabajador y ponía el corazón en lo que hacía. Sabía querer con obras. Fiel a su vocación sacerdotal, le movía la gloria de Dios, el amor a la Iglesia y la salvación de las almas.

D. Emilio Franco en la cantina escolar del
complejo parroquial de San Ramón en 1934 (detalle)

Archivo ABC/Cervera

Emilio Franco nació el 3 de mayo de 1869 en Santa María del Páramo. Sus padres, Ángel Franco y Ana Prieto, nacidos en este mismo lugar, eran unos labradores medios, dueños de sus propias tierras. También parameses eran sus abuelos paternos, Santiago y Josefa, y el abuelo materno, José, siendo su abuela materna –Rita Cuevas– de Valdefuentes del Páramo:
“En la Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Santa María del Páramo, obispado de Astorga en seis de Mayo de mil ocho cientos sesenta y nueve, yo D. Santiago Franco, cura párroco de la misma bautiza solemnemente a un niño que nació el día tres á la una de la mañana, hijo legítimo de Ángel Franco y Ana Prieto naturales de esta, casados en esta parroquia […]. Abuelos paternos: Santiago y Josefa Quintanilla naturales de esta, en la que fallecieron; maternos: Jose y Rita Cuevas naturales el primero de esta y la segunda de Valdefuentes […]. Le puse por nombre Emilio; fueron sus padrinos Blas Lopez, soltero, […] y Antonia Sastre, soltera, […]” (Partida de bautismo de Emilio Franco-Arch. Parroquial. Cortesía de Don Segismundo Fernández Rodríguez, párroco de la Asunción de Nuestra Señora de Santa María del Páramo).
Vista aérea de Santa María del Páramo. Iglesia de la Asunción
También tenemos noticia de un hermano de Emilio, Dámaso, que le sobrevivió, y sabemos que, a la muerte de su madre, el padre se casó en segundas y después en terceras nupcias, dando a Emilio y Dámaso dos “medio hermanas”: Adelaida Franco López y Elisa Franco Castellanos, frutos de sendos matrimonios. Al menos eso parece deducirse de un edicto del Juzgado de 1ª Instancia de Madrid de septiembre de 1940 “sobre declaración de herederos abintestato de don Emilio Franco Prieto, natural de Santa María del Páramo (León), hijo de Don Ángel y de Doña Ana, que fue Párroco de la Iglesia de San Román [sic] del Puente de Vallecas, se anuncia la muerte sin testar de dicho finado así como que por su hermano Don Dámaso Franco Prieto, se ha solicitado la declaración de herederos abintestato del mismo, a su favor y de sus sobrinos Teótimo y Benigno Ferrero Franco y María Gayoso Franco, hijos de sus medio hermanos [sic] Adelaida Franco López y Elisa Franco Castellanos… Madrid, 17 de Agosto de 1940.” (Boletín Oficial de la Provincia de León, 5-11-1940).

Ordenado sacerdote el 14-2-1894 en el Seminario Arzobispal de Palencia, a la edad de 25 años, en marzo recibe su primer destino como coadjutor de la parroquia de Destriana y a los siete meses de su ordenación fue nombrado cura ecónomo de Priaranza de la Valduerna.

    Destriana (1.800 hab. en 1894)                        Priaranza de Valduerna (2.500 hab. en 1894) 

En diciembre de ese año marcha para Madrid y desde su vivienda en la calle del Nuncio nº 10 compagina estudios y trabajo, licenciándose en Derecho Canónico en 1896. El 12 de junio de 1897 recibió en el Seminario de San Ildefonso de Toledo el grado de Licenciado en Teología: Nemine Discrepante [Por unanimidad]. Cum laude. Nombrado Sacristán Mayor de la Parroquia de Santa María (hoy catedral de la Almudena), en julio de 1898, en 1899 fue designado Coadjutor 1º de La Almudena y ecónomo en 1904 (José Molina Blázquez, Vallecas Todo Cultura).
Fue confesor de las religiosas Bernardas, Servitas y Concepcionistas y capellán del Conde de Mayadas.
A los 37 años su nombre adquirió notoriedad pública. El 31 de mayo de 1906 se celebró la boda del Rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battemberg en la Iglesia de los Jerónimos. Al término de la ceremonia, a las dos y cuarto de la tarde, la carroza real recorría la calle Mayor camino del Palacio Real y a la altura del número 88 el anarquista Mateo Morral desde un balcón del cuarto piso arrojó un artefacto, escondido entre un ramo de flores. Hubo doce muertos y 90 heridos.

Foto: Eugenio Mesonero Romanos (ABC, 1-6-1906)
En ese tramo de la calle Mayor donde se produjo el atentado estaba Emilio Franco viendo pasar la comitiva. En los momentos de confusión posterior la presencia del sacerdote ayudó a atender a los heridos y a que los fallecidos pudieran recibir la extremaunción.
Una Real Orden del Ministerio de la Guerra, dada el 3 de julio de 1906, concedía a Don Emilio “la Cruz de Segunda Clase del Mérito Militar con Distintivo blanco por la asistencia prestada a las víctimas del atentado contra Sus Majestades, el 31 de Mayo de 1906”. Anteriormente, el 12 de junio, se pública una rectificación en la prensa, indicando que el sacerdote “recompensado con la referida condecoración” no era en realidad el “cura párroco de Santa María de la Almudena […], D. Francisco Parés”, sino “D. Emilio Franco y Prieto […], ejemplar sacerdote” al que se felicita “por tan merecida distinción“.

El 16 de junio de 1918 fue nombrado cura regente de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde permaneció hasta 1923, cuando fue nombrado párroco de la iglesia de San Ramón en el Puente de Vallecas, donde toma posesión el día 24 de marzo de ese año (“Su traslado a la parroquia de San Ramón, en el Puente de Vallecas, significó una manifestación popular de adhesión de los feligreses que dejaba”, José Molina Blázquez).
Iglesia de San Ramón Nonato (Pte. de Vallecas)
El día siguiente, 25 de marzo, don Emilio Franco firma ya como párroco el acta de un bautismo, administrado por “Don Modesto, coadjutor […], con licencia del Sr. Cura propio [que bautiza] solemnemente y [pone] el nombre de Olegario a un niño que nació el día seis del mismo a las doce de la noche en la Carretera de Valencia nº 33 y 35, hijo legítimo de Gregorio Montesinos Tornero y de Rufina González Vara, naturales de Colmenar de Oreja y de Getafe (Madrid) respectivamente… y para que conste lo firmo fecha ut supra

Lic. Emilio Franco Prieto
Modesto Ortega
En la Iglesia Parroquial de San Ramón de Madrid á veinticinco de Marzo de mil novecientos veintitrés”.
Pasados cinco años, en 1928, de la parroquia dependía la atención de “80.000 almas (y) la asistencia a los cultos de la liturgia católica era escasísima” (ABC, 27-6-1930), razón que movió a Emilio Franco a la construcción de un complejo parroquial, al otro lado del Arroyo Abroñigal, a unos cien metros de la iglesia, calle del Pacífico 72:
“Pensó en fundar una Casa social, que fuera la Casa de todos, a la cual […] habrían de asistir con menos dificultad para recibir las enseñanzas de orientación en la vida”.
El solar donde se edificó era conocido como La Acacia. “Una dama generosa, doña María de la Concepción Beruete, viuda de Cerragería, ofreció el solar, de 30.000 pies cuadrados [unos 2.800 metros cuadrados, aproximadamente]”.
La Acacia en el mapa topográfico del Ayuntamiento de Madrid
1929
En junio de 1930 se inaugura “un edificio de dos plantas, sobre el que se levantará otro dedicado a iglesia, en el que se han instalado […] la Casa social, en el fondo de cuyo gran salón se sitúa un altar con la imagen de la Purísima”, y los colegios parroquiales.
[Se ha escrito que “en 1924 (D. Emilio Franco) creó las escuelas parroquiales Las Acacias dirigidas a los niños y niñas desfavorecidos de Vallecas” (Cfr. Historia de las calles y lugares públicos de Vallecas, José Molina Blázquez). No sabemos si se trata de un error o se refiere a otras escuelas anteriores instaladas en un local de alquiler.]
Para la inauguración acuden, “al Puente de Vallecas, en representación de los Reyes, SS. AA. los infantes D. Fernando y doña María Luisa […], la señora viuda de Cerragería, el obispo de la diócesis, dos concejales del Ayuntamiento de Madrid, en representación del alcalde, […] [y] el alcalde de Vallecas, D. Rogelio Folgueras, con los concejales”. La presencia de Fernando de Baviera y María Luisa en la inauguración de La Acacia muestra la buena relación existente entre don Emilio Franco y la Familia Real.
“Los quinientos niños de ambos sexos que acuden a los nuevos colegios parroquiales llenaban la galería del piso principal, que rodea el salón de la Casa social […]. El centro de la sala estaba ocupado por muchísimos invitados y vecinos de Vallecas”.
El Sr. Franco Prieto leyó unas cuartillas para explicar su obra:
«En el salón de la Casa social —dijo— oyen misa los domingos y días festivos todos estos centenares de niños que antes no podían hacerlo por falta de local. En él podrán también cumplir con este deber cristiano un buen número de obreros, apartados hasta ahora de estas prácticas. Resta ahora por hacer la Casa-Cuna, para la que hay ya 20.000 pesetas ofrecidas por particulares. En el testero del edificio se emplazará la Cuna».
[En enero de 1930 se publica un artículo de prensa en La Voz, donde se reproduce una carta abierta escrita por Emilio Franco, relatando algunos casos de extrema necesidad entre sus feligreses, en la que solicita el "apoyo que se debe a aquel que busca el bienestar del que sufre, sin otro interés que el de cumplir con uno de los más sagrados deberes que Dios ha impuesto al hombre respecto de su prójimo". La carta y la información posterior describe con realismo la penosa situación de personas de la barriada y pone de relieve las cualidades humanas y sobrenaturales de D. Emilio.]

Con el tiempo, además de la Casa social y las escuelas parroquiales, el párroco D. Emilio Franco promueve nuevas iniciativas: clases de catequesis dominical, academia nocturna, cantina y comedores escolares (Ahora, 20-12-1935), biblioteca ambulante, ropero, Conferencias de San Vicente Paúl, Casa-Cuna y, por último, una Cocina económica, proyecto que se hizo realidad antes de enero de 1936, mes en el que se publica la siguiente información:

“En los comedores de San Ramón […], los socios de la Juventud Católica de San Pablo […], acompañados por una representación de la Juventud Católica del Puente de Vallecas sirvieron una comida a más de cien obreros de la barriada y repartieron unas doscientas raciones a sus familias.” (ABC, 11-1-1936).
La Acacia, entrada por Pacífico

A pesar del carácter eminentemente social de tales iniciativas, destinadas a atender las necesidades espirituales, culturales y materiales de los feligreses de San Ramón, ya desde el principio aparecen las primeras críticas de los partidos de izquierda, quienes, desde sus puestos en el consistorio vallecano, reclamaron una Comisión de Investigación. Según José Molina Blázquez, “la oposición denunciaba que la iglesia de San Ramón había creado la escuela de Las Acacias, no tanto para ayudar a los niños desfavorecidos de Puente de Vallecas, sino para potenciar una enseñanza privada, de influencia eclesial, beneficiada por las diferentes subvenciones y a la que asistían alumnos de fuera de Vallecas o con recursos familiares. Al situarse Las Acacias fuera de los límites de Puente de Vallecas y en el ámbito geográfico de Madrid, la oposición le negaba el derecho a percibir subvenciones del Ayuntamiento de Vallecas”.
Debe tenerse en cuenta que, aunque la parroquia extendía sus límites más allá del Puente de Vallecas, la población era mayoritariamente de esa barriada. El consistorio anterior había concedido una ayuda de 10.000 pts. para pagar parte de los gastos del profesorado, reservándose el derecho de enviar doscientos cincuenta escolares gratuitamente.
Mientras tanto, Emilio Franco continuaba dirigiendo la parroquia, ayudado por cinco sacerdotes y un buen número de bienhechores y bienhechoras: chicos y chicas jóvenes y mujeres de mediana edad, que colaboraban en diversas tareas. No todos vivían en la barriada; algunos venían de otros lugares de Madrid.

Además de las celebraciones litúrgicas, la dispensación de los sacramentos, catequesis y la atención espiritual de los feligreses, se atendían “las necesidades de miles de necesitados”, mediante los servicios sociales que don Emilio había considerado oportunos y le había resultado posible hacer realidad.

Los días 16 y 23 de febrero de 1936 se celebraron en España elecciones generales, que ganó el Frente Popular. En Vallecas los diputados socialistas obtuvieron 14.509 sufragios, de 17.000 emitidos y 25.000 censados. Hubo un total de 14.529 votos para el Frente Popular.
En el Puente de Vallecas, a mediados de marzo “prenden fuego a la puerta de la iglesia de San Ramón”, según una información publicada en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados en el mes de abril (ABC y El Siglo Futuro, 17-4-1936).
El día 18 de julio se produce la sublevación militar, cuyo fracaso parcial devino en la guerra civil fratricida que se prolongó hasta abril de 1939.
La mañana del mismo sábado 18 de julio de 1936 fue asesinado el hijo del sacristán de la parroquia de San Ramón (Persecución religiosa y guerra civil. La Iglesia en Madrid, 1936-1939. José Francisco Guijarro).
Durante el verano de 1936, ya en plena guerra civil, se produjo el primer fusilamiento en masa, aún cuando todavía no se había producido ningún importante enfrentamiento bélico. El día 12 de agosto ingresaron en la Cárcel Modelo de Madrid los 40 supervivientes de la masacre que se produjo en el andén de la estación de Vallecas, al llegar el tren procedente de Jaén con unos 300 presos destinados a las cárceles madrileñas. Una de las víctimas fue el obispo de Jaén, don Manuel Basulto (Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939), Antonio Montero Montero. 1961, Ed. BAC).
El 9 de agosto es detenido “el párroco de San Ramón, del Puente de Vallecas, D. Emilio Franco Prieto, por la brigada de García Atadell, conduciéndole a la checa de la calle de Martínez de la Rosa, para dar horas más tarde en San Antón (en la calle Hortaleza), donde permaneció por espacio de tres meses. Juzgado por uno de los tribunales que actuaban en esta cárcel el 24 ó 25 de noviembre, su interrogatorio se dio por acabado al confesar su condición de sacerdote y el punto donde ejercía su ministerio” (Ibídem, págs. 31-41).
En otro lugar se da la siguiente versión:
“[…] antes del Movimiento (18 de julio) tuvo que abandonar la parroquia y refugiarse en una modesta pensión de la capital, en la calle Arenal, número 2, donde fue detenido el 9 de agosto de 1936 por los sicarios de García Atadell. Conducido a la cárcel de San Antón, ejercía allí sus ministerios con gran ejemplaridad hasta el día 28 de noviembre en que fue llevado a Paracuellos del Jarama donde fue asesinado, cuando después de bendecir a sus verdugos acababa de decir: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!” (Boletín Oficial del Obispado de Madrid-Alcalá, Tomo LVI. Año 1941).

El grupo trasladado a Paracuellos estaba integrado por “10 hospitalarios, 13 oblatos y 12 agustinos, siete sacerdotes seculares, tres salesianos, dos Hermanos de las Escuelas Cristianas, un dominico, un paúl y un franciscano (…). (Uno de ellos) fue abrazando a cada uno de sus compañeros y, arrodillados en tierra, les daba la absolución; al menos (…) hizo sobre ellos la señal de la cruz, como cuando absuelven al penitente en la confesión. Una vez que hubo terminado, pronunció en voz alta estas palabras: «Sabemos que nos matáis por católicos y religiosos; lo somos. Tanto yo como mis compañeros os perdonamos de todo nuestro corazón. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! ».
Las víctimas del fusilamiento (…) cayeron acribilladas en las fosas tercera y cuarta.”(Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939), Antonio Montero Montero).
[Entre las víctimas se encontraba Mariano Escribano Herranz, que era coadjutor de la parroquia de San Ramón y administró uno de los dos últimos bautismos en la parroquia antes de la guerra, el 17 de julio de 1936.]







Al finalizar la guerra y a petición del Ayuntamiento de Vallecas le fue concedido su nombre a la calle situada entre las calles Palomeras y Martínez de la Riva, después de llamarse Marqués de la Torrecilla y, durante algún tiempo, calle de Lina Odena. El 12 de julio de 1939 cambió el nombre la calle para llamarse Don Emilio Franco, párroco de Vallecas, que murió, como tantos otros, fusilado en Paracuellos.

En la diócesis de Madrid se prepara actualmente la documentación previa a la apertura de su causa de beatificación, junto con la de otros mártires de la Guerra Civil.


FUENTE PRINCIPAL:
Iglesia de San Ramón Nonato. Don Emilio Franco, párroco. Autor: José Luis García Heras

OTRAS FUENTES DE INTERÉS:
Breve Memoria de la fundación de la Casa Social y Colegios Parroquiales de la Iglesia de San Ramón de Madrid (Puente de Vallecas). 26 de Junio de 1930

PUBLICACIONES DEL AUTOR:
- El Abroñigal y otros arroyos
    [Casa del libro]  [Autografía]  [Popular libros]  [QUARES]  [AGAPEA] [Autor (e-mail)]
- Historia de Vallecas (I). De Balecas (1202) a la anexión a Madrid (1950)
    [Librerías de Vallecas: Muga, Mashe, Amaya, Karmela, Verde]

Correo electrónico:jlghpv15@gmail.com

Comentarios