Inicialmente, el mercado del Puente de Vallecas se situó al comienzo de la Ctra. de Valencia (actual Avda. de la Albufera), en las proximidades del Arroyo Abroñigal, al principio de la calle Mejorana (después Ctra. del Barrio de doña Carlota, General Ampudia y, actualmente, Peña Prieta), como puede verse en el mapa de Facundo Cañada (1900). El sitio estaba a la entrada desde Madrid a Vallecas, próximo a los primeros edificios de Nueva Numancia (Puente de Vallecas), cerca del barrio de las Californias, así como de la Avda. de Pacífico, de donde también se venía para realizar compras en el Mercado. Por otra parte, estando en el camino de la Ctra. de Valencia se facilitaba la llegada de productos provenientes del pueblo de Vallecas y de otros pueblos cercanos situados en la Carretera.
En la misma época se había proyectado la construcción de un nuevo mercado en la plaza circundada por la Ctra. de Valencia, Josefina de la Presilla (actual Monte Igueldo), la calle de la Virgen y un descampado, prolongación de la calle Nª Sª del Carmen (Peña Gorbea actual).
No sabemos si se llevó a cabo ese proyecto inicial, aunque en ese lugar se instalaban algunos puestos de venta, como puede verse en una foto de ABC, publicada en 1912 (puentedevallecasblog.wordpress.com/civiles-callejon-de-los-1929/); ni tampoco cuándo comenzaron a situarse puestos de venta al comienzo de la Carretera de Valencia, que terminaron configurando un nuevo mercado. La ubicación de los puestos facilitaba tener los productos a la vista de los viandantes e invitaba a la compra de los artículos. Además, si la compra era abundante resultaba más fácil su transporte desde ese lugar al domicilio de los compradores y otros destinos.
Pero el lugar no parece el más apropiado para la venta de comestibles, teniendo en cuenta “el polvo que levantan los cientos de carromatos y vehículos que pasan por esa arteria”, como denuncia en 1927 el alcalde de entonces, Adolfo Salvador León, en una entrevista concedida a La Esfera en marzo de ese año, en la que expresa la necesidad de construir un nuevo mercado:
- ¿Ha visto usted la calle que sirve ahora de mercado? Los puestos de verduras, de frutas, de carne, etcétera, están envueltos en el polvo que levantan los cientos de carromatos y vehículos que pasan por esa arteria. Ya comprenderá la necesidad, ¿qué digo la necesidad?, la urgencia de ese mercado.
En dicha entrevista, el alcalde anuncia que el Ayuntamiento llevará a cabo “obras de una gran importancia” en la barriada -”es necesario, imprescindible”-, como la construcción de un nuevo Matadero, tres grupos escolares magníficos, donde puedan educarse á todos los niños vallecanos, un nuevo mercado de abastos y una red de alcantarillado”:
—(El mercado) irá emplazado en la plaza de San Isidro, y estará dotado de todos los elementos de higiene que exigen estas edificaciones. (Sonríe levemente y dice con cierto dejo de vanag!oria} Yo quiero que sea tan importante como los mejores de Madrid. [Sobre la escolarización en el municipio afirma que “Hay pocos niños de Vallecas sin escolarizar. Ahora tenemos muchos colegios particulares que subvenciona el Ayuntamiento”.
El periodista se refiere a la insalubridad del arroyo de las Moreras y el alcalde le pregunta: “¿Y no ha visto usted el del Olivar?”, y continúa: “Pues es peor que el de las Moreras. Esos dos arroyos, que están descubiertos, los cogerá la nueva red de alcantarillado, y allí haremos dos grandes y hermosos bulevares. Así desaparecerá ese peligro para la salud pública”.
En cuanto a la población, “el Puente de Vallecas tiene actualmente unos sesenta mil habitantes. Aquí viven más de 20.000 obreros y empleados que trabajan y tienen sus ocupaciones en Madrid. En 1912 tenía treinta mil almas, se ha duplicado la población. Se edifica bastante. Todas las semanas, en la sesión, nos encontramos un montón de instancias para construir”.
Y a la pregunta “¿Hay aquí muchas enfermedades o epidemias?”, el alcalde responde (rápido sonriente):
“No, señor! Será que Dios nos cria más fuertes ó más duros para soportarlo todo; pero, aunque usted se asombre, aquí tenemos menos enfermos, en comparación, naturalmente, que Madrid. ¡Ah! Otro de mis deseos más vehementes es traer directamente al pueblo el agua del Canal de Isabel II. Ahora bebemos el agua del CanalilIo, que es algo impura por estar descubierto su cauce”.
La Esfera, 12-03-1927
Unos días antes, La Libertad ya había informado que “(Uno) de los proyectos del Ayuntamiento de Vallecas es la construcción de dos grupos escolares, cuyos edificios contendrán todos los adelantos modernos; otros dos son de alcantarillado, con la realización de los cuales desaparecerán los arroyos de las Moreras y del Olivar; y, por último, otro proyecto es de creación de un mercado de abastos para la barriada” (La Libertad, 26-2-1927).
El emplazamiento del nuevo mercado, la plaza de San Isidro, era el mismo lugar indicado como “Mercado en Construcción”, proyectado hacia 1900, que aparecía en el mapa de Facundo Cañada.
En junio de 1928 El Imparcial publica una crónica titulada El enorme desarrollo del pueblo de Vallecas en la que se informa de diversos proyectos del Ayuntamiento, la plaza de Abastos uno de ellos: “En periodo de ejecución se encuentran el nuevo Matadero, en el que se invertirá la cifra de 600.000 pesetas, y una plaza de Abastos, con un presupuesto de 225.000 pesetas (El Imparcial, 12-6-1928).
Es de suponer que el mercado se inaugurara en ese año 1928, pues en enero de 1929 se traspasa una “mercería, esquina mercado San Isidro (Puente Vallecas)” (El Liberal, 23-1-1929); en febrero de ese año se traspasa una “frutería, cacharrería con vivienda. Mercado Nuevo. Plaza San Isidro, 7 (Puente Vallecas)” (La Libertad, 10-2-1929); y en marzo una “huevería mercado abastos. San Isidro. 5 (Puente Vallecas)” (El Liberal, 9-3-1929).
En la Guía descriptiva de 1929 (Federico Iglesia Traverso) se publicitan algunos comercios sitos en la plaza de San Isidro, la mayoría tiendas (cajones) del nuevo mercado:
Y en el mapa topográfico de 1929 ya aparece el Mercado de San Isidro, con dos secciones de cinco hileras de puestos cada una, separadas por una calle central a la que se accedía por la calle de la Virgen y por el Callejón de los Civiles, que daba a la calle de la Presilla (Josefina de la Presilla, actual Monte Igueldo).
Otras referencias al mercado son de junio de 1930: “Traspaso tienda dos huecos. San Isidro, 5 (esquina mercado Puente Vallecas). Informes: Pedro García. Arrieta, 17, tercero. Dos a tres” (La Libertad, 3-6-1930); de septiembre: “Lechería acreditada, situación inmejorable, frente mercado, poca renta, baratísima. Razón. Méndez Alvaro, 4. Panadería” (El Liberal, 12-9-1931); de enero de 1932: Traspaso (ultramarinos) ésta u otra industria, muy próximo mercado Puente Vallecas” (El Liberal, 28-1-1932); y de enero de 1935: “En la plaza de San Isidro, número 4 (Puente de Vallecas)” (La Voz de Navarra, 30-1-1935).
Y en la Guía Práctica de Vallecas de 1936 también se anuncian comerciantes de la Plaza de Abastos (Mercado) de la barriada:
Después de 1940 el mercado continúa su actividad: “don Juan José de Muela, mercado de Abastos, cajón 99 (Vallecas)” (Ya, 2-5-1943). Y sigue abierto más allá de 1945. En julio de ese año se aprueba un “proyecto para construir 1.000 viviendas más (…) y un mercado municipal” (Libertad, 21-07-1945). En marzo de 1946, el alcalde Alfonso Vázquez -”este hombre tan amable en su trato como afanoso trabajador”, según el Diario Pueblo- se refiere a “Obras en el mercado de Vallecas”, además de otras “obras exensas” (Diario Pueblo, 30-3-1946), una de ellas la Casa Consistorial: unos meses después, en julio, “La popular barriada del Puente de Vallecas apareció (…) engalanada con motivo de inaugurarse la nueva Casa Consistorial, edificio de gran amplitud, cuyo coste ha sido de dos millones de pesetas” (Diario Pueblo, 25-7-1946).
En mayo de 1947 el Ministerio de Gobernación emite un “expediente de declaración de urgencia de las obras para la construcción de un mercado de abastos en el pueblo de Vallecas (Madrid)” (Libertad: 24/05/1947).
El encargado del proyecto sería el arquitecto Emilio Canosa Gutiérrez (1894-1971):
“El edificio del Mercado de Abastos para el Puente Vallecas se comienza a proyectar en 1946.
Se ajusta al tipo de nave central con puestos de venta a los lados e iluminación cenital, (…) ocupando el espacio de lo que fue la estación de término del tranvía del yeso que, procedente de las inmediaciones de la Villa de Vallecas, acercaba hasta las proximidades del Arroyo del Abroñigal los materiales de construcción hasta la Villa de Madrid.
La edificación (…) tiene dos niveles de 15 m. de anchura y un apéndice sur de la misma dimensión, comunicados mediante una escalera que favorece la visión interior del espacio.
Se reserva una banda paralela a Martínez de la Riva de 6 m. de fondo para la instalación de tiendas exteriores e independientes al mercado (…).
La parte destinada propiamente a mercado se desarrolla en dos plantas que separan venta al por mayor de venta de detalle (…). El proyecto se ocupa de las dotaciones de cámaras frigoríficas y de carga, y del diseño de los puestos de venta: 193 puestos fijos, 156 bancadas y 28 tiendas exteriores (…), lográndose una fachada a Martínez de la Riva con la dignidad que esta calle requiere, con cuatro portadas de granito que consiguen una adecuada monumentalidad de lenguaje neoclásico, pero sobre todo marcan un pautado en la nave que potencia su claridad, y facilita recorridos y conexiones transversales.
Hormigón armado y ladrillo para los severos paramentos, y estructura ligera de jácenas en celosía para la cubierta en dientes de sierra que trabaja la forma y la luz desde supuestos que datan bien el edificio, aceptando el carácter industrial de esta arquitectura, en convivencia con su presencia urbana aglutinadora del barrio. (Resumen histórico arquitectonico. Emilio Canosa Gutiérrez).
[Según cierta web oficial, el mercado se construyó en sustitución de un mercado anterior que desapareció pasto de las llamas, aunque no parecen existir datos fehacientes que lo confirmen. Más aún, el mercado de la plaza de San Isidro, después conocida como Plaza Vieja (aunque en la década de 1950 ya se llamara Puerto Rubio), continuó conviviendo con el nuevo mercado durante algún tiempo: un vecino del Puente recuerda que de niño, hacia 1951 o 1952, iba a la compra con su madre al antiguo mercado, en el que todavía quedaban algunos puestos, y recuerda “el color azul de los pocos puestos de madera que quedaban”.]
En 1949, en una entrevista al alcalde Alfonso Vázquez, publicada en Pueblo, dice que “El nuevo Mercado Central de Abastos Generalísimo Franco es un paso gigante hacia el engrandecimiento local, que cuenta con amplias cámaras para la conservación de los géneros, montacargas, servicios sanitarios, etc., entrando los camiones de mercancías hasta los puestos de mayoreo. La planta principal o de detall contiene centenares de puestos y bancos a lo largo de dos amplias calles interiores” (Vallecas ya no es Vallecas. Diario Pueblo, 21-7-1949).
En ese momento el mercado estaba prácticamente construido. Dos días después de la entrevista anterior, el mismo diario se refiere de nuevo al mercado de Martínez de la Riva, “un mercado de abastos, sencillamente magnífico, en el Puente de Vallecas”. (Diario Pueblo, 23-7-1949). La inauguración oficial tuvo lugar en 1950. Y los últimos puestos del antiguo mercado de la Plaza Vieja, que pervivieron durante un tiempo, acabaron desapareciendo.
A finales de los años 1970 el mercado cambió el nombre de Mercado del Generalísimo por Mercado (Municipal) del Puente de Vallecas, entre los vecinos Mercado del Puente, como siempre lo habían llamado, o, simplemente, la plaza, de modo que ir al Mercado era ir a la plaza.
Entre los años 2006 y 2007 sufrió una remodelación completa de todos los puestos, donde se tiró todo el mercado.
[Una vecina del Puente, asidua del Mercado desde muy joven, asegura que el mercado no se tiró íntegramente. Se arreglaron techos y puestos y se instaló aire acondicionado.]
Se construyeron así nuevos puestos, dando una imagen más moderna y dinámica. De esta manera implantaron un parking en la planta baja para los clientes y el supermercado Mercadona.
En la misma época se había proyectado la construcción de un nuevo mercado en la plaza circundada por la Ctra. de Valencia, Josefina de la Presilla (actual Monte Igueldo), la calle de la Virgen y un descampado, prolongación de la calle Nª Sª del Carmen (Peña Gorbea actual).
No sabemos si se llevó a cabo ese proyecto inicial, aunque en ese lugar se instalaban algunos puestos de venta, como puede verse en una foto de ABC, publicada en 1912 (puentedevallecasblog.wordpress.com/civiles-callejon-de-los-1929/); ni tampoco cuándo comenzaron a situarse puestos de venta al comienzo de la Carretera de Valencia, que terminaron configurando un nuevo mercado. La ubicación de los puestos facilitaba tener los productos a la vista de los viandantes e invitaba a la compra de los artículos. Además, si la compra era abundante resultaba más fácil su transporte desde ese lugar al domicilio de los compradores y otros destinos.
Pero el lugar no parece el más apropiado para la venta de comestibles, teniendo en cuenta “el polvo que levantan los cientos de carromatos y vehículos que pasan por esa arteria”, como denuncia en 1927 el alcalde de entonces, Adolfo Salvador León, en una entrevista concedida a La Esfera en marzo de ese año, en la que expresa la necesidad de construir un nuevo mercado:
- ¿Ha visto usted la calle que sirve ahora de mercado? Los puestos de verduras, de frutas, de carne, etcétera, están envueltos en el polvo que levantan los cientos de carromatos y vehículos que pasan por esa arteria. Ya comprenderá la necesidad, ¿qué digo la necesidad?, la urgencia de ese mercado.
En dicha entrevista, el alcalde anuncia que el Ayuntamiento llevará a cabo “obras de una gran importancia” en la barriada -”es necesario, imprescindible”-, como la construcción de un nuevo Matadero, tres grupos escolares magníficos, donde puedan educarse á todos los niños vallecanos, un nuevo mercado de abastos y una red de alcantarillado”:
—(El mercado) irá emplazado en la plaza de San Isidro, y estará dotado de todos los elementos de higiene que exigen estas edificaciones. (Sonríe levemente y dice con cierto dejo de vanag!oria} Yo quiero que sea tan importante como los mejores de Madrid. [Sobre la escolarización en el municipio afirma que “Hay pocos niños de Vallecas sin escolarizar. Ahora tenemos muchos colegios particulares que subvenciona el Ayuntamiento”.
El periodista se refiere a la insalubridad del arroyo de las Moreras y el alcalde le pregunta: “¿Y no ha visto usted el del Olivar?”, y continúa: “Pues es peor que el de las Moreras. Esos dos arroyos, que están descubiertos, los cogerá la nueva red de alcantarillado, y allí haremos dos grandes y hermosos bulevares. Así desaparecerá ese peligro para la salud pública”.
En cuanto a la población, “el Puente de Vallecas tiene actualmente unos sesenta mil habitantes. Aquí viven más de 20.000 obreros y empleados que trabajan y tienen sus ocupaciones en Madrid. En 1912 tenía treinta mil almas, se ha duplicado la población. Se edifica bastante. Todas las semanas, en la sesión, nos encontramos un montón de instancias para construir”.
Y a la pregunta “¿Hay aquí muchas enfermedades o epidemias?”, el alcalde responde (rápido sonriente):
“No, señor! Será que Dios nos cria más fuertes ó más duros para soportarlo todo; pero, aunque usted se asombre, aquí tenemos menos enfermos, en comparación, naturalmente, que Madrid. ¡Ah! Otro de mis deseos más vehementes es traer directamente al pueblo el agua del Canal de Isabel II. Ahora bebemos el agua del CanalilIo, que es algo impura por estar descubierto su cauce”.
La Esfera, 12-03-1927
Unos días antes, La Libertad ya había informado que “(Uno) de los proyectos del Ayuntamiento de Vallecas es la construcción de dos grupos escolares, cuyos edificios contendrán todos los adelantos modernos; otros dos son de alcantarillado, con la realización de los cuales desaparecerán los arroyos de las Moreras y del Olivar; y, por último, otro proyecto es de creación de un mercado de abastos para la barriada” (La Libertad, 26-2-1927).
El emplazamiento del nuevo mercado, la plaza de San Isidro, era el mismo lugar indicado como “Mercado en Construcción”, proyectado hacia 1900, que aparecía en el mapa de Facundo Cañada.
En junio de 1928 El Imparcial publica una crónica titulada El enorme desarrollo del pueblo de Vallecas en la que se informa de diversos proyectos del Ayuntamiento, la plaza de Abastos uno de ellos: “En periodo de ejecución se encuentran el nuevo Matadero, en el que se invertirá la cifra de 600.000 pesetas, y una plaza de Abastos, con un presupuesto de 225.000 pesetas (El Imparcial, 12-6-1928).
Es de suponer que el mercado se inaugurara en ese año 1928, pues en enero de 1929 se traspasa una “mercería, esquina mercado San Isidro (Puente Vallecas)” (El Liberal, 23-1-1929); en febrero de ese año se traspasa una “frutería, cacharrería con vivienda. Mercado Nuevo. Plaza San Isidro, 7 (Puente Vallecas)” (La Libertad, 10-2-1929); y en marzo una “huevería mercado abastos. San Isidro. 5 (Puente Vallecas)” (El Liberal, 9-3-1929).
En la Guía descriptiva de 1929 (Federico Iglesia Traverso) se publicitan algunos comercios sitos en la plaza de San Isidro, la mayoría tiendas (cajones) del nuevo mercado:
Y en el mapa topográfico de 1929 ya aparece el Mercado de San Isidro, con dos secciones de cinco hileras de puestos cada una, separadas por una calle central a la que se accedía por la calle de la Virgen y por el Callejón de los Civiles, que daba a la calle de la Presilla (Josefina de la Presilla, actual Monte Igueldo).
Otras referencias al mercado son de junio de 1930: “Traspaso tienda dos huecos. San Isidro, 5 (esquina mercado Puente Vallecas). Informes: Pedro García. Arrieta, 17, tercero. Dos a tres” (La Libertad, 3-6-1930); de septiembre: “Lechería acreditada, situación inmejorable, frente mercado, poca renta, baratísima. Razón. Méndez Alvaro, 4. Panadería” (El Liberal, 12-9-1931); de enero de 1932: Traspaso (ultramarinos) ésta u otra industria, muy próximo mercado Puente Vallecas” (El Liberal, 28-1-1932); y de enero de 1935: “En la plaza de San Isidro, número 4 (Puente de Vallecas)” (La Voz de Navarra, 30-1-1935).
Y en la Guía Práctica de Vallecas de 1936 también se anuncian comerciantes de la Plaza de Abastos (Mercado) de la barriada:
Después de 1940 el mercado continúa su actividad: “don Juan José de Muela, mercado de Abastos, cajón 99 (Vallecas)” (Ya, 2-5-1943). Y sigue abierto más allá de 1945. En julio de ese año se aprueba un “proyecto para construir 1.000 viviendas más (…) y un mercado municipal” (Libertad, 21-07-1945). En marzo de 1946, el alcalde Alfonso Vázquez -”este hombre tan amable en su trato como afanoso trabajador”, según el Diario Pueblo- se refiere a “Obras en el mercado de Vallecas”, además de otras “obras exensas” (Diario Pueblo, 30-3-1946), una de ellas la Casa Consistorial: unos meses después, en julio, “La popular barriada del Puente de Vallecas apareció (…) engalanada con motivo de inaugurarse la nueva Casa Consistorial, edificio de gran amplitud, cuyo coste ha sido de dos millones de pesetas” (Diario Pueblo, 25-7-1946).
En mayo de 1947 el Ministerio de Gobernación emite un “expediente de declaración de urgencia de las obras para la construcción de un mercado de abastos en el pueblo de Vallecas (Madrid)” (Libertad: 24/05/1947).
El encargado del proyecto sería el arquitecto Emilio Canosa Gutiérrez (1894-1971):
“El edificio del Mercado de Abastos para el Puente Vallecas se comienza a proyectar en 1946.
Se ajusta al tipo de nave central con puestos de venta a los lados e iluminación cenital, (…) ocupando el espacio de lo que fue la estación de término del tranvía del yeso que, procedente de las inmediaciones de la Villa de Vallecas, acercaba hasta las proximidades del Arroyo del Abroñigal los materiales de construcción hasta la Villa de Madrid.
La edificación (…) tiene dos niveles de 15 m. de anchura y un apéndice sur de la misma dimensión, comunicados mediante una escalera que favorece la visión interior del espacio.
Se reserva una banda paralela a Martínez de la Riva de 6 m. de fondo para la instalación de tiendas exteriores e independientes al mercado (…).
La parte destinada propiamente a mercado se desarrolla en dos plantas que separan venta al por mayor de venta de detalle (…). El proyecto se ocupa de las dotaciones de cámaras frigoríficas y de carga, y del diseño de los puestos de venta: 193 puestos fijos, 156 bancadas y 28 tiendas exteriores (…), lográndose una fachada a Martínez de la Riva con la dignidad que esta calle requiere, con cuatro portadas de granito que consiguen una adecuada monumentalidad de lenguaje neoclásico, pero sobre todo marcan un pautado en la nave que potencia su claridad, y facilita recorridos y conexiones transversales.
Hormigón armado y ladrillo para los severos paramentos, y estructura ligera de jácenas en celosía para la cubierta en dientes de sierra que trabaja la forma y la luz desde supuestos que datan bien el edificio, aceptando el carácter industrial de esta arquitectura, en convivencia con su presencia urbana aglutinadora del barrio. (Resumen histórico arquitectonico. Emilio Canosa Gutiérrez).
[Según cierta web oficial, el mercado se construyó en sustitución de un mercado anterior que desapareció pasto de las llamas, aunque no parecen existir datos fehacientes que lo confirmen. Más aún, el mercado de la plaza de San Isidro, después conocida como Plaza Vieja (aunque en la década de 1950 ya se llamara Puerto Rubio), continuó conviviendo con el nuevo mercado durante algún tiempo: un vecino del Puente recuerda que de niño, hacia 1951 o 1952, iba a la compra con su madre al antiguo mercado, en el que todavía quedaban algunos puestos, y recuerda “el color azul de los pocos puestos de madera que quedaban”.]
En 1949, en una entrevista al alcalde Alfonso Vázquez, publicada en Pueblo, dice que “El nuevo Mercado Central de Abastos Generalísimo Franco es un paso gigante hacia el engrandecimiento local, que cuenta con amplias cámaras para la conservación de los géneros, montacargas, servicios sanitarios, etc., entrando los camiones de mercancías hasta los puestos de mayoreo. La planta principal o de detall contiene centenares de puestos y bancos a lo largo de dos amplias calles interiores” (Vallecas ya no es Vallecas. Diario Pueblo, 21-7-1949).
En ese momento el mercado estaba prácticamente construido. Dos días después de la entrevista anterior, el mismo diario se refiere de nuevo al mercado de Martínez de la Riva, “un mercado de abastos, sencillamente magnífico, en el Puente de Vallecas”. (Diario Pueblo, 23-7-1949). La inauguración oficial tuvo lugar en 1950. Y los últimos puestos del antiguo mercado de la Plaza Vieja, que pervivieron durante un tiempo, acabaron desapareciendo.
Plaza de Puerto Rubio
(Plaza Vieja)
(Plaza Vieja)
A finales de los años 1970 el mercado cambió el nombre de Mercado del Generalísimo por Mercado (Municipal) del Puente de Vallecas, entre los vecinos Mercado del Puente, como siempre lo habían llamado, o, simplemente, la plaza, de modo que ir al Mercado era ir a la plaza.
Entre los años 2006 y 2007 sufrió una remodelación completa de todos los puestos, donde se tiró todo el mercado.
[Una vecina del Puente, asidua del Mercado desde muy joven, asegura que el mercado no se tiró íntegramente. Se arreglaron techos y puestos y se instaló aire acondicionado.]
Se construyeron así nuevos puestos, dando una imagen más moderna y dinámica. De esta manera implantaron un parking en la planta baja para los clientes y el supermercado Mercadona.
Un artículo interesante y muy bien documentado, como nos tiene acostumbrados José Luis, gracias por estas líneas de historia de nuestro barrio, es importante no olvidar de donde venimos.
ResponderEliminarEstupendo artículo profusamente documentado, en la línea de José Luis García que es un maestro consumado.
ResponderEliminarMi madre recuerda el mercado de la Plaza Vieja conoció las postrimerías y me dice que eran unos puestecitos de madera pintados de verde lo que no recuerda si era el techo si era la ventana por donde se despachaba pero pintado de verde.
Está estupendo y muy enriquecedor, haciendo historia como siempre.
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