Primeras iglesias de Vallecas (IV): San Ramón Nonato

(Domingo Manjón-José Luis García Heras)


1. De San Pedro Ad Víncula a Nuestra Señora de las Angustias
2. Una carta de los vecinos (1892)
3. Los terrenos para una iglesia
4. Iglesia de San Ramón
5. San Ramón de Madrid, nueva parroquia
6. La Acacia
7. Años difíciles

1. DE SAN PEDRO AD VÍNCULA A NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS
Madrid, desde sus orígenes, estuvo bajo la jurisdicción eclesiástica de la Archidiócesis de Toledo, hasta que en el siglo XIX pasa a depender de la sede episcopal de Madrid, establecida el 7 de marzo de 1884, con el nombre de Diócesis de Madrid-Alcalá.
[El primer obispo de la nueva diócesis fue Narciso Martínez Izquierdo, nombrado por León XIII el 25 de julio de 1885. Su primer sucesor fue Ciriaco María Sancha y Hervás (Beato en 2009), nombrado en junio de 1886, tras fallecer don Narciso el 19 de abril, víctima de un trágico suceso: el día anterior, domingo de Ramos, cayó abatido por tres disparos de pistola de un sacerdote perturbado. En octubre de 1892 se nombra obispo de la diócesis a José María Cos y Macho, que permanece hasta febrero de 1901 y le sustituye Vitorino Guisasola Menéndez (sept. de 1902 a dic. de 1905), y a este José María Salvador y Barrera (desde 10-5-1906 hasta el 7-12-1916).]
Vallecas, al igual que Madrid capital, estuvo bajo la jurisdicción del arzobispo de Toledo hasta la creación de la nueva diócesis. La única parroquia era San Pedro Ad Víncula, que atendía a una población que rondaba los 5.000 habitantes (en 1887, según los datos oficiales, ascendía a 5.611). En Nueva Numancia (Puente de Vallecas) existía desde 1880 una capilla de pequeñas dimensiones, la ermita de N.ª S.ª del Carmen, donde poder cumplir el precepto dominical. Por entonces, el Puente era poco más que una manzana de casas, donde se encontraba la capilla, con unas pocas viviendas diseminadas más al norte, otras cercanas al Portazgo y algunas ventas y posadas, distribuidas a lo largo de la Carretera de Valencia (actual Avda. de la Albufera).
Nueva Numancia pertenecía a la parroquia de San Pedro Ad Víncula, que distaba unos 5 km., aunque la iglesia más próxima (a poco menos de 2 km.) era la Basílica de Atocha, sede de la Parroquia de Palacio de Nuestra Señora de las Angustias desde 1878. En 1887 la parroquia pasó a depender de la jurisdicción ordinaria y en 1889 se comenzó a construir una modesta capilla entre las calles de Murcia y de Delicias, nueva sede de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias (la iglesia actual se comenzó a construir en el mismo lugar en 1924). En 1891 el Puente de Vallecas deja de depender de San Pedro Ad Víncula para pasar a la jurisdicción parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, ahora en Delicias, a unos 3 km. del Puente.
2. UNA CARTA DE LOS VECINOS (1892)
Esta era la situación de la barriada cuando algunos vecinos decidieron, en diciembre de 1892, escribir al obispo de la diócesis José María Justo Cos y Macho, dos meses después de su nombramiento. La carta es el primer documento referido a la creación de una nueva parroquia en el Puente de Vallecas.
En la misiva se fija la población de la zona en unos “15.000 habitantes”, para los que solo existe una capilla, en la que no caben más de “cuarenta personas “ y donde se celebra una sola misa semanal, en días de precepto, lo que impide que muchas personas puedan cumplir el precepto dominical “la mayor parte del año”, a pesar de “los mejores deseos y aunque la voluntad por cumplirlo sea grande”.
Los vecinos manifiestan también su preocupación por “el día que desgraciadamente se halle alguno de nosotros en peligro de muerte y a quién hemos de acudir […]. Asusta […] pensar lo que sería de nosotros si alguna epidemia se desarrollara en estos barrios”. La parroquia era por entonces la Virgen de las Angustias, en Delicias, “situada al sur de Madrid a más de una hora de camino de nuestro barrio y que tiene a su cargo el Puente de Vallecas, el nuevo y ya importante barrio de Doña Carlota y huertas de los alrededores”.
Puente de Vallecas (1), Basílica de Atocha (2) y N.ª S.ª de las Angustias (3). Barrio de Doña Carlota (4)

Los firmantes de la carta ruegan por ello al Sr. Obispo que se inicie la construcción de la iglesia ya proyectada en un terreno que su antecesor “compró en la calle del Pacífico y que según sabemos [ya] está pagado” (Carta completa, al final del capítulo: Carta enviada al Obispo de Madrid-Alcalá…).

No conocemos la respuesta a la solicitud de los vecinos del Pacífico ni qué fue, en principio, del proyecto de edificación de la iglesia citada, y tampoco del lugar concreto de los terrenos adquiridos por el obispado en la calle Pacífico donde se había proyectado edificarla, aunque posteriormente encontraremos respuesta a alguno de estos interrogantes.

3. LOS TERRENOS PARA UNA IGLESIA
Tres años después de la redacción de la carta, en 1895, fallece Ramón de Villota y Presilla, nacido en 1871, sobrino de Josefina de la Presilla, a los 23 años de edad. Algún tiempo después, sus padres Isidro Villota y Ramona de la Presilla, propietarios de terrenos en el Puente de Vallecas, deciden donar una parcela, “formando un cuadrilátero irregular”, de un terreno “situado en el término municipal de Vallecas Barrio de Nueva Numancia”, para edificar una iglesia, en cuya cripta pudieran enterrar sus restos y los de la familia. La iglesia se llamaría San Ramón en recuerdo a su hijo fallecido.
El 6 de junio de 1903, ante el notario D. Zacarías Alonso y Caballero, la Sra. D.ª Ramona de la Presilla y Calás y su esposo el Sr. D. Isidro de Villota y Dupret y representando a la Diócesis el E. Sr. D. Victoriano Guisasola y Menéndez, Obispo de Madrid-Alcalá, se levantan escrituras de los terrenos que se ceden para la construcción de la iglesia, que lindan “al norte con calle titulada de María Bosch en una línea recta de cincuenta metros de longitud, al oriente en otra línea recta de veinte metros con calle de D.ª Ramona de la Presilla y al sur y oeste en línea recta de cincuenta y veinte metros respectivamente con el resto del terreno de dicha Sra. del que se desmiembra este.
La superficie comprendida dentro del perímetro formado por las expresadas líneas es de novecientos noventa y cinco metros cuadrados treinta y tres decímetros cuadrados (La descripción del terreno para la construcción del la iglesia se encuentra al final del capítulo: Descripción de la finca, propiedad de Doña Ramona de la Presilla…).

4. IGLESIA DE SAN RAMÓN
Las obras se iniciaron en 1903; el arquitecto de la nueva iglesia es D. Juan Bautista Lázaro, los encargados de la construcción son los Hermanos Navarrete, con domicilio en la calle Arganzuela nº 24, que presentan un presupuesto por su trabajo de 80.000 pesetas o parte de esta cantidad en un solar sito en la carretera del Puente de Vallecas propiedad de la Diócesis de Madrid, dicho solar se pagará a los contratistas el pie cuadrado a peseta una vez se hayan terminado las obras de la iglesia, el presupuesto para materiales de construcción asciende a 70.000 pesetas.
[El “solar sito en la carretera del Puente de Vallecas —calle del Pacífico— propiedad de la Diócesis de Madrid” es precisamente aquel que se mencionaba en la carta de diciembre de 1892 citada anteriormente, dirigida por vecinos del Puente al Sr. Obispo José María Cos y Macho, y que fue comprado por su antecesor, Ciriaco María Sancha.]
El 3 de mayo de 1905, el arquitecto D. Juan Bautista Lázaro escribe al Obispado, informando: “Que hallándose ya completamente terminadas las obras de la Iglesia Católica construida en el Puente de Vallecas, Barrio de la Nueva Numancia, y en las condiciones a que los contratistas D. Pedro y D. Luis Navarrete se habían comprometido, puede ya otorgarles la concesión del solar, propiedad de la Diócesis de Madrid, sito en la calle del Pacífico, que según contrato debe quedar a su favor a la terminación de dicha obra.
Liquidación a los hermanos Navarrete:
- Cantidad en que se ajustó la obra 70.000'00 pts.
- Cantidades recibidas por los contratistas 41.908'68 pts.
- A recibir por el valor de un solar de 20.556 pies 20.556'00 pts.
- A percibir en moneda por saldo en cuenta 7.535'32 pts.
El altar de la iglesia lo dona D.ª Isabel Martínez1, Presidenta de la Junta de Señoras del Puente de Vallecas y lo encargan a la empresa “Carpintería Mecánica hijo de José Baquero situado en el Paseo de las Delicias n.º 10”, siendo este:
“Un altar de madera de cedro, tallado y dorado, de cuerpo bajo y alto con una medida en total de 4’40 alto, 2’68 ancho y 0’84 de fondo con su balaustrada correspondiente, igual en conjunto a otro ya colocado, con su terminas de tabla de entarimar de 2’70 largo 1’70 ancho y 0’13 alto, según precio aceptado con anterioridad. Por un importe de 1.315 pesetas, Madrid 6 de septiembre de 1906.”
[1Se refiere a Isabel Martínez de la Riva, esposa de Melquíades Biencinto y Pompa.]
Una vez acabadas las obras de la iglesia, en cuanto es posible, comienzan a celebrarse actos litúrgicos en el templo. En marzo de 1906 durante el Septenario de los Dolores, “en la iglesia de San Ramón (filial de la parroquia de N.ª S.ª de las Angustias, puente de Vallecas), el señor cura párroco” predica el primero de los sermones (La Correspondencia de España, 31-3-1906).

5. SAN RAMÓN DE MADRID, NUEVA PARROQUIA
En 1907 la iglesia, con todos sus altares, estaba ya terminada. Tres años después, en 1910, se crea la nueva parroquia de San Ramón de Madrid, desmembrada de la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias por el Obispo D. José María Salvador y Barrera. La imagen de la Virgen del Carmen que existía en la capilla de Josefina de la Presilla n.º 4 (actual Avda. del Monte Igueldo) se traslada a la nueva iglesia. El primer párroco fue D. Olegario de la Puente desde marzo de 1911 hasta 1922, que tenía también a su cargo las capillas del Barrio de Entrevías y del Dulce Nombre de María.
La demarcación de la nueva parroquia de San Ramón de Madrid tiene como límites las parroquias de Vicálvaro (Santa María la Antigua) y de Vallecas (San Pedro Ad Víncula), al este; Nuestra Señora de Covadonga, al norte; Nuestra Señora de las Angustias, al oeste; y, al sur, San Andrés Apóstol (Villaverde):
“Confina esta Parroquia: Por el E. con las de Vicálvaro y de Vallecas en una línea recta que, partiendo del Ferrocarril de Arganda y pasando por el Portazgo, inclusive, y cuyos puntos de mira sean este último y la casa de Nogués (Parroquia de Nuestra Señora de Covadonga) siga por detrás del hotel de la valla negra y llegue al término de Villaverde; por el sur con el término municipal de Villaverde; por el N. con la línea de Ferrocarril de Arganda; y por el O. con la Parroquia de las Angustias en una línea que, partiendo de la Ronda de Vallecas (actual Menéndez Pelayo), frente a la Estación de Arganda, termine en la fábrica de objetos de arte del Sr. Guerme en el punto a que llega la calle de Abtao, cruce la de Pacífico por la cerca del Parque de Artillería y pase por el pontón de la Abadía, desde donde se traza otra recta que, pasando por detrás de la Quinta llamada de Sabater, llegue al término municipal de Villaverde”.

Hasta entonces los bautismos se registraban en Nuestra Señora de las Angustias y el primer bautismo inscrito en la parroquia de San Ramón tiene fecha 15 de enero de 1911. Los padres son ambos nacidos en Vallecas:
En la iglesia parroquial de San Ramón, de la villa de Madrid, Diócesis de Madrid Alcalá á quince de enero de mil novecientos once; yo Don Maximino Juan Tascón, coadjutor de la misma con delegación especial del infrascripto señor cura ecónomo de la misma, bauticé solemnemente a una niña que nació el día once del mes de Agosto de mil novecientos diez (…) en la calle de San José número uno: pusela por nombre Cayetana, María, Teresa. Es hija legítima de D. Gabriel Zamorano Campeño, natural de Vallecas (…) y de Dña. María Moreno Navarro, natural de Vallecas (…).
D. Antonio Calvo y Maestre

El párroco no ha tomado todavía posesión y ejerce sus funciones un cura ecónomo hasta el 12 de marzo. El día siguiente toma posesión D. Olegario de la Puente Villaverde, primer párroco de San Ramón. En el acta redactada para la ocasión se dice:
(…) habiendo entrado en dicha iglesia y hecho oración ante el Santísimo Sacramento, abrió y cerró la puerta y tocó las campanas; visitó, miró y tocó el misal, cáliz, ornamentos y llave del sagrario; llegó a la pila bautismal é hizo otros actos de posesión”.
Trece de marzo de 1911.
[La actividad parroquial en los primeros años es ingente: entre 1911 y 1918 se administran 6.448 bautismos, se celebran 1.095 matrimonios y registran 4.360 defunciones —2.646 de párvulos—, según se recoge el 15-4-1918 con motivo de la visita pastoral de D. Prudencio Melo Alcalde, obispo de Madrid Alcalá.]

En cuanto a la Congregación de la Virgen del Carmen, disponemos de dos informaciones aparentemente contradictorias. Por una parte, en un folleto de la Congregación de 1944 se afirma que:
“La Congregación de la Virgen del Carmen no comenzó propiamente a funcionar hasta el año 1911, en que con motivo de la creación de esta parroquia de San Ramón, desmembrada de la de Nuestra Señora de las Angustias, su párroco, don Olegario de la Puente, solicitó y obtuvo del reverendísimo Prelado la erección canónica de dicha Congregación, que fue siempre la principal de la parroquia, ya que su objeto era dar culto a la Santísima Virgen del Carmen como patrona del Puente de Vallecas” (Congregación de la Santísima Virgen del Carmen, 1944).
Por otra, en el Archivo de la Diócesis se conserva un documento del que se desprende que el 20 de noviembre de 1916 es aprobado el proyecto del reglamento de la Congregación de Nuestra Señora del Carmen y el 8 de octubre de 1917 se solicita al Sr. Obispo que conceda y decrete la confirmación del reglamento y erigir canónicamente dicha Congregación.
[Es probable que la primera “erección canónica”, si es que se produjo hacia 1911, fuera en realidad una erección provisional, a falta de la redacción del “reglamento de la Congregación de Nuestra Señora del Carmen”, que se aprobaría “el 20 de noviembre de 1916”, y que en octubre de 1917 se solicitara al Sr. Obispo “la confirmación del reglamento y erigir canónicamente dicha Congregación”. También pudiera ser que esta fuera la única erección canónica que el párroco “solicitó y obtuvo del reverendísimo Prelado”, pero no en 1911, sino en 1917]".]
En 1914 se funda la congregación de San Antonio de Padua, con ciento once jóvenes pertenecientes a la parroquia y solicitan una limosna al Obispo, para la adquisición de una imagen de S. Antonio que les cuesta ciento setenta y cinco pesetas y que para cuyo pago carecen de recursos.
Y en 1918 se constituye la Cofradía bajo la advocación del glorioso Patriarca San José.
6. LA ACACIA
Después de casi doce años, D. Olegario de la Puente deja la parroquia y ocupa su lugar D. Emilio Franco Prieto, que llega como párroco a San Ramón en 1923. Al llegar encuentra tanta necesidad, de índole material y espiritual, que no tarda en tratar de poner algún remedio y piensa en buscar un terreno cercano para construir un edificio con diversas dependencias para atender algunas de esas necesidades.
En 1927 empieza las obras en un terreno conocido como “La Acacia”, situado en la calle del Pacifico nº 72, al otro lado del arroyo del Abroñigal y enfrente de la iglesia de San Ramón. El terreno, de 30.000 pies cuadrados (unos 2800 m2, aproximadamente), había pertenecido a D.ª María de la Concepción Beruete, Viuda de Cerragería, quien lo ofreció para construir el complejo parroquial proyectado por Emilio Franco.
En 1930 terminan las obras y, con fecha 26 de junio de ese año, el propio D. Emilio Franco redacta una Breve Memoria de la fundación, en la que explica la Razón y fundamento de la Obra:
“En una parroquia de más de ochenta mil almas era escasísima la asistencia a los cultos de la liturgia católica.
Estudiando el asunto con la atención que merecía, se sacó en consecuencia que la causa de donde emanaba este alejamiento de la Iglesia giraba en torno a la ignorancia, respetos humanos y prejuicios mal fundados que tenían respecto de la Iglesia y sus ministros.
Desechada la idea de poderlos atraer al seno de la Iglesia con la presteza que era necesario, surgió en mi la iniciativa de fundar una Casa Social, la Casa de todos, a la cual, indudablemente, habrían de asistir con menos dificultad, recibiendo en ella aquellas enseñanzas que habían de orientarles su vida en el camino de la verdad y del bien”.
Ese mismo mes de junio de 1930 se inaugura “un edificio de dos plantas, sobre el que se levantará otro dedicado a iglesia, en el que se han instalado (…) la Casa social, en el fondo de cuyo gran salón se sitúa un altar con la imagen de la Purísima”, y los colegios parroquiales:
“En dos años y medio se ha terminado esta obra (…). En la actualidad se han pagado 350.000 pesetas, y si no se ha abonado suma superior es porque la escasez de trabajo entre los obreros del Puente de Vallecas puso al párroco en el trance de abandonar la obra para atender a las innumerables familias necesitadas. Durante el invierno, a más de tener socorridos a los enfermos pobres con alimentos, medicinas y asistencia médica, se ha tenido abierta la cocina, en la que se daba de comer a unas 200 familias.” (Breve Memoria de la fundación de la Casa Social y Colegios Parroquiales de la Iglesia de San Ramón de Madrid-Puente de Vallecas. 26 de Junio de 1930).
En noviembre de 1930 el maestro de Obras D. Julio Salcedo, declara que la cantidad de 328.901’50 pesetas es el importe total de la obra realizada y que ha recibido de D. Emilio Franco la cantidad de 250.074’85, quedando por consiguiente de pago la cantidad de 78.001’65 pesetas.
A finales de 1931, se inaugura un comedor parroquial y la Casa Cuna que tiene como función recoger a los niños por la mañana mientras sus madres iban a trabajar y luego los recogían por la tarde, los cuidaban personal femenino apropiado, atendiendo a estos niños, tanto en sus necesidades alimenticias como sanitarias y vestimenta.
En la foto posterior, tomada en 1934, se aprecia a D. Emilio Franco en la cantina escolar, acompañado por las señoras que colaboraban en el servicio de las comidas a los niños de las escuelas parroquiales, ocasión única para que algunos de ellos recibieran la nutrición necesaria para su edad.
7. AÑOS DIFÍCILES
A partir de las elecciones municipales del 12 abril de 1931, empieza a crecer un clima de hostilidad en ciertos sectores de la izquierda, siendo en la mayoría blanco de sus ataques los comercios e instituciones religiosas. Un mes después, una muchedumbre intenta asaltar y quemar los colegios religiosos del Niño Jesús de Praga, Ave María, en la Avda. de la República (actual Avda. de la Albufera), y Santa Teresa (Divina Pastora), en Emilio Ortuño. Gracias a la intervención personal del alcalde de Vallecas D. Amós Acero, sin auxilio de nadie, las evitó, así como el daño a los religiosos de ambos sexos.
A finales de junio de 1931, intentan asaltar la parroquia ante la sospecha de que un sacerdote de San Ramón, D. Gervasio G. Muñoz, está comprando votos ilícitamente, una parte de los asaltantes empezaron a buscar bidones y gasolina para prender fuego al templo y casa parroquial. A la llegada de un refuerzo de veinte guardias civiles a caballo se terminó definitivamente con la revuelta.
En marzo de 1933, se encuentra una bomba en la iglesia que no había hecho explosión de milagro y que había penetrado por la ventana del despacho del párroco. Otra bomba hizo explosión en el colegio de religiosas de Santa Teresa en la calle Emilio Ortuño; el artefacto había estallado en el quicio de la puerta.
Al siguiente año, en mayo de 1934, se clausura el templo por el hundimiento de una bovedilla de forma fortuita, teniendo que actuar los bomberos para derribar los restos, resultando heridas dos mujeres que asistían a una función religiosa; por este motivo se da la orden de clausurar el templo; se hubo que instalar la nueva iglesia en el complejo parroquial de La Acacia.
El día 11 de marzo de 1936, prenden fuego a la puerta de la iglesia. El 9 de agosto es detenido D. Emilio Franco Prieto, por la brigada de García Atadell, y conducido a una checa de la calle de Martínez de la Rosa, para dar horas más tarde en San Antón en la calle de Hortaleza, donde permaneció por espacio de tres meses. Juzgado por uno de los tribunales que actuaban en esta cárcel el 24 o 25 de noviembre, su interrogatorio se dio por acabado al confesar su condición de sacerdote y el punto donde ejercía su ministerio y el día 28 de noviembre fue fusilado en Paracuellos, junto a su coadjutor de San Ramón, don Mariano Escribano Herranz, y otros compañeros de martirio, cuarenta y tres religiosos y siete sacerdotes seculares.
[Mariano Escribano fue, precisamente, quien administró uno de los dos últimos bautismos en la parroquia antes de la guerra, el 17 de julio de 1936.
El 12 de diciembre de 2020, en la Catedral de la Almudena, se celebró la sesión de apertura de la Causa de Beatificación por declaración de martirio de Emilio Franco Prieto, Mariano Escribano Herranz y compañeros mártires (Timoteo Rojo Orcajo y 60 compañeros sacerdotes diocesanos).]
La mañana del mismo sábado 18 de julio de 1936 fue asesinado el hijo del sacristán de la parroquia de San Ramón (Persecución religiosa y guerra civil. La Iglesia en Madrid 1936-1939, José Francisco Guijarro. El nombre del sacristán era Antuliano Serrano), y ese día un grupo de mujeres “que procedían del botiquín de urgencia, instalado en la Avda. de la República”, se incautaron de la iglesia, que estaba “destartalada”, respetando “el edificio, evitando que fuera pasto de las llamas” y “en pocos momentos fue convertido en hospital” de sangre, con veinte camas. “Anejo al hospital” se instaló un comedor, en el que recibían “asistencia 120 niños, hijos de combatientes” (La Libertad, 4-11-1936).
Y, según se recoge pocos años después del fin de la contienda, “Durante la Guerra Civil las imágenes y cuantos objetos de culto que había en el templo fueron reducidos a cenizas” (Congregación de la Santísima Virgen del Carmen, 1944).
En cuanto al edificio, como bien observa Vicente Martín Morales (Iglesias-San Ramón Nonato), en una foto de Alfonso, publicada en 1925 en el diario La Libertad, se ve que la fachada no coincide con la actual. La iglesia estaba rodeada por una cerca, que incluía la casa del párroco, unida a la iglesia por su parte trasera.



Carta enviada al Obispo de Madrid-Alcalá
solicitando la construcción de una iglesia (1892)
“Nunca en mejor ocasión que esta podrá su Ilma. dar prueba que más le agradezca el pueblo madrileño y muy especialmente nosotros, que la que, con la mayor humildad y respeto, venimos hoy a suplicarle. La importante calle del Pacifico, por su larguísima extensión, por la nueva colonia de bonitos hotelitos que ha comenzado a formarse en su extremidad y por servir
de entrada a la carretera de Valencia, se halla en la actualidad con una población de 6.000 a 8.000 habitantes; y el Puente de Vallecas, que como es sabido no le separa de Madrid más que el arroyo Abroñigal y que a no mediar esta circunstancia, fácil sería suponerlo de Madrid, puesto que es barrio suyo, cuenta con otras 6.000 u 8.000 almas; pues bien, Ilmo. Sr. para este importantísimo número de habitantes que fijaremos en 15.000, ¡triste es decirlo!, no tenemos en toda esta zona más que una tan humildísima capilla en el Puente de Vallecas, que ni tiene forma de capilla ni cosa que se le parezca, y es tan reducida que no tiene lugar para un solo confesionario, cabiendo dentro, con verdaderas apreturas, unas cuarenta personas cuando más.
Penoso es para nosotros que ahora que la importante Diócesis de Madrid-Alcalá (a la que tenemos la honra de pertenecer) se regocija al ver a su frente prelado tan insigne, virtuoso y digno como S E. Ilma., nosotros tengamos que acudir en el primer momento a distraerle de otras ocupaciones; pero ante el estado de abandono en que nos hallamos no hemos vacilado en ello, contando de antemano con su acostumbrada caridad y que reconocerá la urgencia que demanda el remedio de nuestros males.
La pequeñez de la única capilla que existe en el Puente de Vallecas, impropia por sus condiciones para servir al culto divino y cuyo edificio viene prestando su dueño , es causa de que nuestras familias nosotros y nuestros sirvientes nos quedemos la mayor parte del año sin oír la única misa que se celebra y que cumplamos con los preceptos que nuestra santa religión nos impone, y aunque la voluntad por cumplirlos sea grande, hay que tener muy presente que de tal modo se ponen intransitables estas calles en cuanto empieza a llover, que solo con sumo trabajo se puede llegar a la estación del tranvía; más aunque esta dificultad no exista en verano o se venza en invierno, diariamente vemos que muchísimas gentes de las que viven en estos lejanos barrios, aun poseída de los mejores deseos, no va a oír misa en las iglesias del centro porque solo hasta la Puerta de Atocha o Basílica de su nombre cuesta el tranvía diez céntimos y otros diez la vuelta, porque como la distancia es tan grande nadie puede hacerla a pie, y ya comprenderá S.E. Ilma. que veinte céntimos para la mayoría de la gente de estos barrios que es pobre, constituye un sacrificio que no pueden hacer por necesitarlos, en lo general, para atenciones apremiantes; más suponiendo que haya familias que por cada persona los haga, resulta que tiene que emplear media hora para la ida, media para la vuelta y otra media que dura el santo sacrificio de la misa total hora y media, tiempo que no se puede dejar sola una casa y de que no suelen disponer muchísimas personas y menos aún los criados.
Pero aún hay más. El día que desgraciadamente se halle alguno de nosotros en peligro de muerte y a quién hemos de acudir los de la calle del Pacífico. El Coadjutor de la parroquia de las Angustias, que tiene a su cargo el Puente de Vallecas, el nuevo y ya importante barrio de Doña Carlota y huertas de los alrededores excediéndose a sí mismo y con un celo y laboriosidad que le enaltecen, procura con los escasos o ningunos elementos que tiene auxiliar a los habitantes del lado allá del Puente; mas nosotros los del lado de acá, no tenemos ni siquiera ese consuelo, pues la parroquia a que dicen pertenecemos y que casi ninguno de nosotros conoce es la de Las Angustias, situada al sur de Madrid a más de una hora de camino de nuestro barrio y en rumbo distinto.
Asusta, Ilmo. Sr., pensar lo que sería de nosotros si alguna epidemia se desarrollara en estos barrios y a lo que todos estamos expuestos si llegamos a enfermarnos.
Cuántos pueblos de los más insignificantes tienen su párroco y teniente; cuando en el centro de Madrid existen muchas calles con dos y tres templos; y cuando se puede proporcionar a poco coste el medio de remediar el abandono tan punible en que vivimos, ¿consentirá S.E. que su nueva Diócesis y dentro del mismo Madrid existan 15.000 habitantes sin iglesia y pastor que les guie?
Ni lo creemos ni mucho menos esperamos que su Ilma. nos deje en el triste estado en que nos encontramos; por el contrario, no dudamos que accediendo a nuestro ruego y a la sugerencia que el caso reclama, que en el terreno que el digno antecesor de su Ilma., Ilmo. Sr. Sancha [Ciriaco María Sancha], compró en la calle del Pacífico y que según sabemos está pagado, procederá su Ilma. a la colocación de la primera piedra de la iglesia proyectada dando así principio a obra tan necesaria y que perpetuaría su gobierno en este Obispado, prestando su gran servicio a nuestra religión católica y a estos humildes feligreses, que respetuosamente felicitan a S.E. Ilma. por su elevación a esta Diócesis, rogando a Dios le conserve la vida por muchos años.
Madrid Diciembre 12 de 1892
Exmo. e Ilmo. Sr.
Andrés Trueba, Gregorio Castiñeiras, Andrés Ruesga.”
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Descripción de la finca, propiedad de Doña Ramona de la Presilla,
de la que se segrega una parcela para la construcción de una iglesia
“Una tierra que comprende tres casas edificadas dos de ellas de solo planta baja y principal y su corral, sita en el Puente de Vallecas término de Vallecas, partido judicial de Alcalá de Henares en esta provincia que linda por el norte la carretera de Valencia y camino que desde el Puente baja al arroyo Abroñigal; sur casa de la viuda de Cabrera y tierra de Don Máximo Robles; este con casa y tierra perteneciente a Doña Josefina de la Presilla; y oeste con el cauce del arroyo antes citado.
Comprende una superficie planta horizontal de ocho mil cuatrocientos seis metros cuadrados veintiocho centímetros de otro, con inclusión de lo edificado.
Las tres casas y corral comprendidas en esta tierra componen la mitad de una manzana de casas edificadas en la carretera de Valencia a la derecha pasando el Puente de Vallecas en esta forma.
Un corral en el camino que desde el Puente baja al arroyo Abroñigal y ocupa una extensión de ciento sesenta y dos metros cuarenta y ocho centímetros o dos mil noventa y dos pies ochenta céntimos, linda por norte y oeste con el referido camino; esta casa de Doña Ramona de la Presilla; y sur tierra de la misma.
Una casa sin número destinada a cebadero en el mismo camino, que ocupa doscientos doce metros noventa y ocho centímetros o dos mil setecientos cuarenta y tres pies veintiséis céntimos: linda por norte con el camino; este casa de Doña Ramona de la Presilla; sur tierra de la misma; y oeste el corral antes descrito. Otra casa también sin número que antes fueron dos casitas, la cual mide cuatrocientos diez y siete metros treinta y cinco centímetros o cinco mil trescientos setenta y un pies diez céntimos y linda por norte carretera de Valencia; este casa número nueve de la misma Sra. Doña Ramona de la Presilla; oeste casa anteriormente descrita y sur tierra de Doña Ramona de la Presilla.
Otra casa número diez de la carretera referida que ocupa quinientos ochenta y cinco metros equivalentes a siete mil quinientos cuarenta y un pies, trece céntimos y linda por norte, carretera, salientes casa número doce de Doña Josefina de la Presilla, Poniente casa anteriormente descrita y sur tierra de Dª Ramona de la Presilla.
Corresponde la finca anterior a la Sra. D.ª Ramona de la Presilla, por adjudicación que se le hizo en parte de pago de su haber en las operaciones testamentarias de los bienes al fallecimiento de su Sra. madre D.ª Antonia Calás y Marcos que fueron aprobados y protocolizados por escritura a mi testimonio fecha treinta de enero de mil ochocientos ochenta.
Parcela que es objeto de esta escritura.- Un terreno segregado de la finca al principio descrita situado en el término municipal de Vallecas Barrio de Nueva Numancia formando un cuadrilátero irregular que linda al norte con calle titulada de María Bosch en una línea recta de cincuenta metros de longitud, al oriente en otra línea recta de veinte metros con calle de Dª Ramona de la Presilla y al sur y oeste en línea recta de cincuenta y veinte metros respectivamente con el resto del terreno de dicha Sra. del que se desmiembra este.
La superficie comprendida dentro del perímetro formado por las expresadas líneas es de novecientos noventa y cinco metros cuadrados treinta y tres decímetros cuadrados; equivalentes a doce mil ochocientos diez y nueve pies cuadrados diez y ocho centésimas de otro. Valorado en doce mil pesetas.
Que con el fin piadoso y benéfico de que sobre dicha parcela se edifique una iglesia destinada al culto católico, acudió el Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis manifestándole sus deseos y condiciones en que la hacía y aceptado su ofrecimiento se ha consignado en esta escritura fijando las siguientes CONDICIONES:
1ª: La Sra. Doña Ramona de la Presilla y Calás con asentimiento de su esposo hace cesión gratuita de la parcela anteriormente deslindada en el Barrio de la Nueva Numancia término de Vallecas con el exclusivo objeto de que sea destinada a Iglesia Católica Apostólica Romana; y si por cualquier causa y en cualquier tiempo dejara de destinarse a tan piadoso objeto, volvería dicho terreno a su dominio o de sus herederos.
2ª: Desea que la advocación de la Iglesia lleve el nombre de San Ramón y que en ella se le conceda el derecho de sepultura para la Sra. otorgante, su esposo, descendientes y respectivos cónyuges.
3ª: Que se le permita erigir un altar a sus expensas en la referida Iglesia.
4ª: Y por último que se recomiende a la piedad del Señor Rector del expresado templo que una vez al año se aplique misa en sufragio de las almas de los fundadores y de sus familias.”

Correo electrónico:jlghpv15@gmail.com

Comentarios

  1. Me ha gustado mucho, José Luís. Tus relatos siempre sorprenden por la cantidad de detalles y datos que se incluyen. Qué comienzos tan difíciles los de San Ramón y qué reconocimiento tan gratificante para los que lucharon tanto por sacar adelante la parroquia en sus inicios.
    Gracias por tu trabajo.

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    1. Cómo me alegra tu comentario, Álvaro, y más viniendo de ti, familiar de José Paulete. ¿Vas a escribir algo sobre él?

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  2. Artículo muy detallado. Muchas gracias.

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  3. Una vez más, tu rigor histórico me hace conocer hechos, que no sabía, de mi querida Vallecas. Gracias.

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  4. Muy trabajado y detallado. Como casi todas las buenas historias trabajosas de hacer y mas sencillo de leer. Extraordinario ejercicio histórico y de documentación. Saber ir a las fuentes dicen que es lo más complicado, sobretodo para alguien que no viene de la rama de la historia. Animo!!!

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    1. Gracias por su comentario elogioso. Me alegra que le resulte sencillo de leer. En cuanto a las fuentes, es muy de agradecer el trabajo realizado por Domingo Manjón, coautor del artículo.

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